Ayer
en
pleno invierno me fui a la playa y aunque no lo crean, me bañé. Hacía tanto frío,
tanto frío, que cuando salí del agua tenía los huevos cuadrados. Una niña que había encontrado un condón se puso a gritar ¡una medusa
chiquitita!, ¡una medusa chiquitita!. Les recuerdo que a las medusas no hay que tocarlas, parecen
inofensivas pero tienen muy mal carácter, lo mismo que los cangrejos, si los
miras muy de cerca y los picas con un palito, INMEDIATAMENTE se prenden de tus
orejas, no crean que me pasó a mí, me lo
contó un amigo, se los juro. Pero los animales más malos,
los animales más malos que hay sobre la tierra son... son… …los
pájaros, sí, así es, porque los pájaros en cualquier momento se pueden cagar
sobre uno.
Total,
todo esto sólo
para decirles que se me agotaron los ejemplares del último libro que publiqué
“Todos Los Lados De La Realidad”. Y aunque tengo en casa toda la maquinaria para
imprimir los libros, no he tenido tiempo de hacerlo, pero la verdad es que ni tiempo ni nada, lo que pasa sencillamente es
que me da pereza, no obstante a veces quisiera querer imprimir más libros pero no
creo que este querer se cumpla. Eso sí, agradecer a todos los que siguen
preguntado por el libro, pero ya no hay ni habrá libros por algún tiempo. Por
lo tanto aquí les dejo algunos textos del libro, les recuerdo que este
poemario es un solo texto, un enorme y extenso texto, que no está dividido por
ningún punto, empieza y termina como un
solo gran orgasmo. ADEMÁS comentarles que el libro está lleno de artificios,
con algunas fotografías y muchas otras insensateces y burradas inevitables,
versos libres para ser leídos, cantados, con una guitarra o un pututo, aclaro
que pututo es un instrumento musical y no un puto cantando.
(FRAGMENTO)
...por eso
suelo dibujar a mi corazón como a
un barco
no sólo porque he terminado de
hacerme otra pata de palo
sino sobre todo
para administrar mejor mi pasado
para volver a ser la llave y la
puerta de escape,
para diferenciar cada uno de los
lados de la realidad
y no tener que despertarme dentro de
la noche
transformado en un poste de
alumbrad público
sino buscando una guitarra
para ponerle letra a las
pulsiones de mi corazón
donde el silencio pueda cantar a
través de mis latidos
como canta el sonido de la lluvia
al que no siempre puedo robarle
un poema
sino que tengo
que dejar alquilado mi sangre
u ofrecerle al Sol
las cenizas de mi corazón
para no
sentirme
como un silencio de libros
quemados,
como los testículos de un toro
castrado,
como el clavel bajo el culo de
una vaca,
como un streeper reencarnado en
un monja,
como una piedrecita en el buche
de un rapiña,
como una hormiga atrapada en una gota de agua,
como una pulga pegada en la
vagina de una mula,
como un gato que está harto de la comida para gatos,
como un adobe asustado en un
desierto de planetas,
como la hierba que no creció en
las páginas de mis libros,
como el penecito aguado de un
niño olvidado en la tina,
como un abanico apresurado que
nunca podrá ser ventilador,
como un lago de piedras que nunca
aprendieron a cantar conmigo,
como el agujero de un condón por
donde nunca podrá pasar un rico ni un camello,
como dos enciclopedias arrojadas
por la ventana que no pudieron volar como murciélagos,
como un glóbulo blanco con HIV
que navega entre las venas ferroviarias de una rata de laboratorio,
como la patita de la araña
aplastada que se piensa un espermatozoide corriendo por las Trompas de Falopio,
como un protón de carga negativa
que pretende disfrazarse de molécula para dejar de ser una micra,
…¡y pensar
que ya olvidé que carajos es una
micra!
pero
incluso así
he vuelto a darme cuenta
que el cuadro abstracto
tiene la forma de un pene flácido
yo que con tanto trabajo lo había
diseñado
como una pareja de enamorados
empujando una ballena varada para
echarla al mar,
sin embargo
la realidad tiene tantos lados
como ventanas tiene un edificio,
por eso sembré
un ramo de flores marchitas
pero
por más que lo regué
el ramo de flores nunca renació
entonces
entendí que no importa que
tan inteligente sea
o cuanto dinero tenga
al final siempre llega el momento
en que la estúpida vida
suele darle una lección a nuestra
absoluta arrogancia,
por eso
muchas noches me soñé
como un barco cargado de perros
muertos
que no podía navegar
y lo mejor que pude hacer
es echarme en el sofá junto al
gato,
aprender a rascarme las pulgas,
es que incluso
cuando no estoy parado bajo la
lluvia
igual suelo mojarme
porque no siempre
tomo las mejores decisiones,
por eso
he aprendido
a alimentarme de puras piedras
por si vuelvo a perder los remos
antes de hacerlos,
porque todavía me queda valor
para levantar diariamente el telón
de mi vida,
soñar que algún día podré ser
como aquel poema que fue más
astuto que yo
y no se dejó quemar en la hoguera
sino
que se fue volando a recorrer el
mundo,
tal vez por eso decidí
irme y regresar
porque nunca me quedé en ninguna
parte…