martes, 27 de agosto de 2024

 

Hoy,

estuve buscando

toda la mañana mis lentes,

pero por más que los busqué

no pude encontrarlos

por ninguna parte,

y cuando ya me iba a dar por vencido

recordé que …¡yo no uso lentes!,

entonces,

me puse a pensar

que cuando sea viejito,

sí tendría que usar lentes

aunque lo mejor sería

tener un perro guía

para así poder mirar

a través de los ojos del perro. 

También quería contarles que he perdido gran parte de las portadas de los archivos del internet, por eso antes de perderlo todo, he decido colgar las portadas más antiguas que tengo, pero cuando he querido hacerlo, no he podido por más que lo he intentado de una y otra manera, el software no funciona como debe ser, las fotografías saltan por otro sitio y cuando quieres borrarlas tampoco puedes hacerlo. el sistema está epiléptico, tartamudo y gangoso. Así es que he tratado de recuperar, colgar a través de los servidores e incluso de comunicarme con alguno de los responsables del servicio técnico de Google, pero ningún hijo de la verga me responde. Después de insistir y preguntar a tantos especialistas me dicen, que ya no existen servidores, que a las empresas lo único que les interesa es ganar mucho dinero con las redes sociales y las páginas especializadas como los blogs se han dejado de lado, es por eso también, que muchos otros por más que trataban de comunicarse con Google, ni siquiera ha habido alguien quien los mande a la mierda. En mi caso fueron tantas las veces que trate de comunicarme con ellos que hasta la costumbre me quedó, por eso hasta ahora les escribo, pero sólo lo hago para insultarlos. Sin embargo, continúo tratando de recuperar mis portadas más antiguas, por eso si alguien de ustedes, por favor, ha guardado esas portadas me escribe o me da una llamada.



Y de tanto buscar encontré las antiguas fotos de la rubia y sus amigas, en las playas de Huanchaco, con su viejo muelle, desde donde nos arrojábamos al mar, había que ser valientes para arrojarse desde esa altura como románticos suicidas por pura estupidez. Nos íbamos a la playa y por esos días nos dedicábamos a pescar, a pescar turistas rubias. De ahí que nos hicimos muy amigos de la rubia, bella, hermosa, delicada, pero babosa. A mí la rubia siempre se me hacía la estrecha, la tímida, virginal, pero inmediatamente me di cuenta que la rubia en lugar de vagina tenía un aeropuerto. 

La segunda vez que nos encontramos en la playa fue mágico, espiritual y místico; ya iba a caer el Sol y el crepúsculo lo inundaría todo en una atmosfera romántica y poética. Hacía un poco de frío y yo en trusa de baño estaba en las orillas de la playa mojándome los pies pues no quería volver a meterme al mar por lo fría que estaba el agua, pero entonces, pasó por mi lado la rubia bella, usando un bikini pequeñísimo, me miró directamente al centro de mi existencia y empujándome a un lado me dijo desafiantemente, …no vas a entrar, …ya te dio frío. Y de un sólo chapuzón se arrojó al agua, chapoteó entre las olas un momento y luego salió mirándome directamente a los ojos como diciéndome, ¡…no te vas a bañar?. A mí no me quedó otra que arrojarme al agua de cabeza con lo fría que estaba, pero cuando salí la rubia pendeja ya no estaba, no me miró haciendo peripecias en el agua, no tuvo el gusto de ser testigo de mi valentía. Vi a la rubia a la distancia alejándose mientras el viento de manera musical mecía su cabello. En esos instantes el crepúsculo lo bañaba todo con su máximo esplendor, todo era mágico y esotérico, y sin embargo yo de tanto frío, ya me había cagado un poquito.




Los mochileros les dicen, porque sólo en una o dos mochilas llevan lo esencial para hacer turismo a cualquier parte, era de esta manera que la rubia y sus amigas, iban por todas las playas del continente, de país en país persiguiendo al verano. Nunca gastan en hotel, nunca gastan en taxis, siempre están pidiendo aventones. Me invitaron a ir con ellas, “a vivir ese sueño de libertad absoluta, sin preocupaciones, de dormir en donde te agarra la noche, de arreglártelas para vivir sin gastar casi nada, de quedarte a dormir en la playa o el campo o compartir todos un cuartito pequeño”. Sin embargo, les expliqué que yo necesitaba más cosas para vivir, que no soy de pedir favores, aventones o descuentos. Tampoco vayan a creer que soy un arrogante de mierda, porque sí lo soy, pero no lo voy a admitir, menos aquí.

Y sin embargo la última noche la pasamos tan bien, que al despedirnos, la rubia bella pero babosa me dijo, tenemos que hacer un Pacto de sangre, para que esta amistad no se borre nunca y nos volvamos a encontrar, tenemos que hacer un Pacto de Sangre. Y yo le dije, no, no, aguanta, aguanta, qué es eso. Me explicó que te haces un corte no muy grande en las venas de la muñeca e inmediatamente juntamos las heridas abiertas para que la sangre de ambos se entrevere y así fluya en nuestros cuerpos. Yo en todo momento le decía, no, no, aguanta, aguanta perra. No quería hacerlo, apenas la conocía y sentía desconfianza, peor con todas las enfermedades contagiosas que hay. Sin embargo, sin que me diera cuenta, me hizo el corte, ella se cortó también, juntó apretando nuestras heridas abiertas haciendo el Pacto de Sangre. Es así que al día siguiente se me infectó toda la mano, al siguiente día me detectaron Sida, a los dos días me dio Lepra, a la semana me dio Cáncer y terminó por salirme hemorroides en culo.

Por eso ahora he decidido nunca más hacer un Pacto de Sangre, ustedes tampoco lo hagan, peor ahora que morirse se ha puesto tan caro, que con el tiempo no nos va a quedar otra que dedicarnos a Walking Dead.

…Total

esto ha sido todo por hoy niños,

y es que como siempre me dicen

que escribo mucho

esta vez he tratado de ser breve,

…sin embargo

creo que no lo he conseguido,

pero por lo menos

espero que les haya gustado

y si no es así, …váyanse a la verga.