jueves, 27 de junio de 2019



…¡ Hey !,
…¡ Hey !,
…qué haces?
cómo están?, felices?, contentos?, o ya se casaron.
…Si te murieras, en este mismo instante te aconsejo que te reencarnes en tigre, pájaro o hasta en un Pepe grillo sería bueno, pero nunca en una babosa, es decir un caracol sin caparazón, pues claro, así si alguien te quiere matar, te escapas riéndote, pero una babosa, una babosa no avanza nada, ¡ nada!, ni siquiera tiene zapatos y peor si se queda sin juguito. Yo creo que Dios creo a las babosas sólo de puro pendejo.
Les cuento esto porque acabo de cortarme el dedo tratando de hacer una naranjada, es un corte pequeño, pero me salió tanta sangre que pensé que por ahí se me iba a salir todo el cuerpo. Y es que quería tomarme una naranjada, pero como no tenía naranjas, cogí un patito de plástico amarillo y un pedazo de tomate, pues de amarillo y rojo sale naranja, pero por más que batía y batía nunca me salió la naranjada.
Estaba viendo la película “Pretty Woman”, siempre la veo, siempre voy a las tiendas y compro esta película, quiero ver si en alguna de éstas, él se casa con ella, pero por más que sigo comprando la película en ninguna, ellos se casan, y yo odio los finales tristes, ella sí, si quiere casarse con él, pero él no, y cada vez que veo la película termino llorando, diciéndole a él a gritos, ¡Cásate con ella, ¡cásate con ella, ¡hijo de puta, ¡hijo de puta, …y te dedicas a caficho.  
Como les decía, me corte y mi sangre me hizo recordar que hace unos meses cuando nos íbamos a la selva con mi hermano, nos chocamos en la Van contra un camión que traía vacas, fue un choque tremendo, los carros quedaron prensados uno al otro y fue un milagro que saliéramos ilesos. Esto me hizo pensar que cualquier cosa puede pasar y creo que por eso no voy a esperar más y vamos a empezar nuestra charla. No vas a creer todo lo que tengo que contarte, vas a pensar que tengo desenchufado el cerebro.
Por hoy ha sido suficiente, Ah, me dio gusto encontrarte Pedro, después de tantos años, has cambiado, tal vez, por el cabello que estás perdiendo, te estás quedando sin azotea, te estás transformando en Megamente. Ya no tengas más hijos, si sigues teniendo hijos al último vas a tener que ponerle de nombre Etcétera. Pedro me hizo recordar que cada vez que hablaba en público decía muchas malas palabras, pero ustedes no lo crean, yo nunca hablo groserías, …son puras huevadas, ¡que se vayan a la mierda!.
…Total, por hoy es suficiente para empezar. Sean sinceros, sean honestos. Y nunca, nunca se traicionen, especialmente ahora que vivimos tan preocupados por aparentar algo que no somos, peor con esta educación moderna que forma gente mediocre y corrupta.  Aprendamos a ser cada día un poco más solidarios. La vida no tiene ningún sentido si no la vivimos honestamente.