…te
esperé para la cena navideña como quedamos, …recuerdas, y llegaste ¡qué manera
tan artística de hacerlo!. …salimos a comprar fruta como siempre, compramos algo
para almorzar en casa, cogimos las bicicletas y nos fuimos a la playa como
cuando éramos adolescentes, y éramos tan jóvenes, sin tiempo, los paisajes se
sobreponían uno tras otro, y estuvimos también en mi chacra, en el río y
trepando la antigua caseta del muelle de Huanchaco desde donde nos arrojábamos al mar
a panzazo limpio.
O
como todas esas veces en el Puerto Malabrigo con sus playas y sus olas tan extrañas
que siempre te arrastran al fondo y nosotros luchábamos, salíamos a penas, con
las justas, felizmente éramos buenos nadadores y lográbamos salir casi de
milagro. Salíamos arrastrándonos, tan cansados, y nos quedábamos ahí tirados en
la arena como dos náufragos, como dos perros vagabundos asustados pero felices
de tanta libertad.
…Te esperé para la cena navideña como quedamos
y llegaste, que increíble manera de hacerlo. …Como quisiste comer el panteón de
caja y se nos olvidó, te lo lleve a tu cremación, pero cómo entregártelo, entonces tuve que regresarlo a casa y ahora no sé qué hacer con él. …Pero
llegaste a nuestro encuentro por última vez. Esa realidad era mucho más real que esta
realidad en la que vivimos. Y al momento de despertar me encontré con la
noticia de tu partida.
¡Volverás!, sé que
volverás a poner más luces
en este camino de piedras
tan puntiagudas.
La vida tiene un sentido
del humor muy negro.
Es una lástima que la
vida sólo sea bella en el cine.
¡Carlos David Chávez
Alvarado¡, el artista,
quien ha ganado tantos
premios de pintura
como pocas personas lo
han hecho en este país,
hoy Carlos, el amigo más
cercano que he tenido
desde la niñez, ha
empezado
el camino de regreso a
casa.
Un abrazo al infinito.
Hoy yo te rindo homenaje.
La muerte nunca
tendrá veneno suficiente
para cada uno de nuestros sueños.
domingo, 17 de julio de 2022
Ayer mi amigo
me dio la buena noticia
que su novia está embarazada
y
que va a ser padrastro,
y
está pensando en ponerle de nombre
al
niño, Bethoven, no por el músico sino por el perro.
Y es que en este mundo es muy fácil confundirse,
como
cuando era niño, y por primera vez
llegaron
las computadoras, y el profesor nos llevó a
conocer
las computadores pero yo quedé
muy
decepcionado porque creía que una computadora
era
una puta que sabia matemáticas.
Todos teníamos entre 12 y
trece años y entre nosotros había un niño gordo que si no hubiera sido porque
podía hablar, se hubiera podido jurar que era un chanchito disfrazado. …Justo nos tocó sentarnos juntos, con lo
peligroso que eso era porque algunos dicen que los gordos cuando se ríen mucho se cagan
un poquito. Lo peor es que habían puesto para sentarnos unas sillas pequeñas como si fuéramos monos
de circo, unas sillitas de mierda que eran un peligro para el gordo porque al
sentarse corría el riesgo de que la sillita se le atascara en el culo.
El profesor de computación era
un cuervo que parecía un viejito o mejor dicho al revés, y cuando sonreía lo
hacia como un Drácula romántico. Era un viejito quien usaba unos lentes tan grandes,
tan pesados, que terminaron por encorvarlo, …de seguro que si yo me hubiera puesto esos
lentes tan gruesos también me hubiera salido joroba y hubiera envejecido
en un solo instante mil años.
Les hablo de mi profesor
porque justo ayer lo encontré, han pasado muchos años, pero él sigue
físicamente igual. Fue por eso que me acerqué a saludarlo pero él no me reconoció,
es más, me insistía que lo estaba confundiendo con otra persona, pero yo volví
a explicarle que el confundido era él, y
le decía, profesor pero usted no ha cambiado nada e incluso hasta se ve más
joven. Él en todo momento me porfiaba que lo estaba confundiendo con otra
persona, pero inmediatamente yo volvía a insistirle, ...profesor usted siempre tan divertido...
Ese viejito fue mi primer
profesor de computación y con él no aprendimos nada, pero qué íbamos a aprender,
si él tampoco sabía nada de computación,
pues nunca nos enseñó a manejar la computadora y la única vez que quiso
hacerlo ni siquiera pudo encenderla. Por eso siempre todas las clases se la
pasaba hablando de cualquier otra cosa menos de computación y siempre nos repetía,
…“chicos cuando sean grandes no fumen, no beban licor, no fumen pasta, la droga
es mala, la droga es mala”, y yo me moría de ganas por gritarle, …pues compra de la buena no seas miserable
hijo de puta.
Pero ni modo, un Lunes
volvimos a clase y ya no había nada de academia de computación, los muy pendejos se habían largado del lugar,
nos habían cobrado por medio año y sólo nos dieron de clases una semana. Lo
mejor que saque de todo eso, fueron los dibujos de flores que siempre me
regalaba una compañera, en las clases con el profesor quien siempre nos hacía
dibujar, colorear o copiar pensamientos, y regalarnos entre nosotros. Ella era
la chica más linda de la clase y siempre me regalaba sus dibujos, los
pensamientos que copiaba, y desde luego yo también le regalaba los míos; la
secretaria de la academia, nos veía a través del cristal de la ventana
intercambiando nuestros dibujos y a la salida siempre nos molestaba. La
secretaria era una zorra metida en el cuerpo de una joven alegre y sensual, siempre estaba
vestida de unas faldas muy cortas y unos tacos tan altos que le dificultaban
para caminar, por eso cuando avanzaba, hipnotizaba a los profesores gelatineando
las tetas. Todos los profesores que eran jóvenes estaban siempre detrás de
ella, hasta el profesor viejito, que desde luego no era tan mayor, pero él también
se le acercaba a ella por cualquier excusa y cuando le hablaba, lo hacía con
mucha soltura pero con un brillo satánico en los ojos. La Zorra, perdón quiero
decir la secretaria siempre quería que al llegar yo la saludara con un besito en la mejilla, con
los días, me besaba casí ya directamente en los labios. “Acompañame, que cuides
la puerta del baño, me dijo, porque quiero orinar”. Ella entró y yo me paré en la
puerta cono un gendarme. Adentro se veía una fila de cuartitos de baños, escuché
su voz desde el fondo que me decía “espérame ahí, no te vayas a ir”. Aquí voy a
estar, le respondí, poniéndome en atención, saludando como un militar. No sé en que momento o por qué ella se cambió de lugar,
pero como yo escuché su voz que venia del fondo, me dirijí al primer baño a buscar agua para mojarme un poco y me di
con la sorpresa que ella estaba ahí, con la falda arriba y subiéndose la tanga.
Me sentí muy avergonzado, estaba tan apenado que ni siquiera pude explicarle
por qué entré. Pero ella como si nada, incluso creo que hasta parece que le gustó la situación, y sin embargo yo seguía muy triste y
avergonzado pues sin querer le vi la chimoltrufia.
Tengo que volver a contar esta
historia, no de la secretaria sino de nosotros los estudiantes, del gordo, del
resto de amigos, y desde luego la niña con quien intercambiábamos dibujos,
tengo que hacerlo de manera más romántica y con muchas más mentiras. Ella era
la chica más linda de la clase pero no la más sensual pues la que tenía las
tetas más grandes del salón, era el gordo, e incluso si lo empujabas parecía
tener tetas hasta en la espalda.
Para despedirmeme gustaría dejarles
un gran consejo, una enseñanza muy
espiritual, pero la verdad, es que no se me ocurre nada, sólo se me
ocurren puras pendejadas, por lo tanto lo mejor que puedo decirles, el mejor consejo
que puedo darles hoy, es que te consigas
una novia fea, gorda, tuerta, coja y torcida, porque la guapa te va a dejar, …te
va a dejar, y es que no te has dado
cuenta, pero eres feo, estás misio, no tienes futuro, …te va a dejar, …te va a
dejar, hijo de la verga. Consíguete una
novia fea. …te va a dejar… te va a dejar… Porque además los hombres somos
tontos, se nos ha caído el cerebro y no nos hemos dado cuenta. "¡Auxilio!, ¡Socorro!, ¡Socorro!.
Y
ahora sí,
ahora sí para terminar,
voy a hacerlo no con un punto final sino
con dos, para que no quede ninguna duda de que he terminado. Voy a poner dos puntos
finales juntos, uno encima del otro, así: estos dos puntos no tienen nada que
ver con el punto y coma o con los dos puntos de pausa. ¡No!, ¡claro que no!,
son dos puntos finales, uno encima del otro y los pongo así sólo porque se me
antoja, sólo por joder, así es que hasta la próximacojudos:
jueves, 14 de abril de 2022
A
pesar de todos nuestros errores, la vida es tan generosa que siempre nos da una
nueva oportunidad para hacer las cosas bien. Y ya sea para recordar aciertos o errores,
siempre es un gusto reencontrarse después de años con los amigos. …¡"oye que
buena camioneta que has comprado y estuvimos estrenando ayer”!. Es un enorme
gusto saber que te va bien.
Y
aunque no es cierto eso que dicen, que podemos volver a empezar de nuevo, porque
no podemos hacer de nuestras vidas fojas en blanco, porque la verdad es que
simple y sencillamente sólo podemos continuar con nuestras vidas, pero lo que si es cierto, es que la vida es
tan generosa que siempre nos da una nueva oportunidad para redimirnos.
Porque
además parece, que el ser humano sólo aprende equivocándose, sólo aprende
dándose de hocico contra la realidad, y mientras más duro nos damos más
aprendemos.
Por
lo tanto chicos, chicas, en su próximo cumpleaños, a la hora de apagar las velas, como deseo, no
pidan celular nuevo, ni ropa de marca, ni nada de eso, mejor, …!"pidan un
cerebro”¡, un cerebro niños, háganme caso. Además así ya no estarán pidiendo
que mariganicen la legalización, ni estarán tomando el doble de pastillas que
les recetó el médico pensando que así también les hará bien a sus amigas.
Y
sin embargo siempre tengan en cuenta que lo poco que podamos hacer, por muy
poco que parezca, nunca es poco; que cada sacrificio que hacemos por pequeño
que sea, siempre es importante.