viernes, 1 de noviembre de 2013


Esta
noche
otra
vez
he salido a buscar
el cuaderno de poemas que perdí hace muchos años.
Era
invierno
recuerdo
aunque en realidad ya no lo recuerdo,
sin embargo supongo que era invierno porque todos los inviernos recuerdo al cuaderno de poemas  y no importa donde esté siempre salgo a buscarlo.
Fue
por
esos
días
que empecé a dividir mi vida en silabas y estrofas como si yo fuera un personaje secundario de uno de los más malos poemas que he escrito en la vida.
AHORA  QUE  RECUERDO, aunque siempre recuerdo mal, me parece que lo olvidé en una de las bancas de mármol de la plaza principal, o tal vez fue en la heladería, o tal vez en el cine, o tal vez en todas partes  e incluso en aquellos   lugares por donde ni siquiera pasé. A pesar de los años todavía salgo a buscar el cuaderno de poemas y hoy me he puesto a buscarlo en esta banca de mármol de la plaza principal, lo busco por los costados, lo busco alrededor,  pero no lo encuentro por ningún lado, entonces me echo a dormir un rato en la banca como hace 10 años atrás, como hace 5, como ayer y pienso que tal vez podría pasar la noche aquí, dormir sobre cartones y taparme con periódicos, …sí, es una buena idea pasar la noche aquí y ser uno más de los locos que duermen en los parques
pues
prefiero la locura  
que la estupidez de este mundo mediocre
que hace pasar a los imbéciles por genios. 

  

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