…Mal,
…muy mal chicos,
el 14 de febrero
nos dejó como los Walking Dead,
es como esa parte de mi vida
en que dejé de hacer poesía porque no me iba tan bien, y me puso a hacer música
y me fue peor.
El
problema es que
celebramos de manera equivocada, mantenemos relaciones inapropiadas como esas
amigas que tienen varios novios, y llega el 14 de febrero, …y qué vas a hacer
ahora, …con quién vas a salir el 14 perrita, vas a inventar que te vas de viaje
otra vez, ya nadie te cree, …eres una puriputanga, que qué cosa es una
puriputanga, no lo sé, ya no recuerdo como salió, creo que es una combinación de
piraña y culisuelta.
Y total
llegó el 14 de febrero
y qué van a hacer perros,
con cuál vas a salir, sucio, cochino, asqueroso. Y lo único que te queda es
cachetada por aquí, cachetada por allá, pero la culpa de todo esto la tiene,
dios, ¡SÍ!, ¡SÍ!, dios es un vengativo,
dios no es amor, no, No, NOOOOOO…
Felizmente
hemos sobrevivido a este pequeño
Armagedón, digo ustedes, porque yo, jamas
de los nuncas, y ojo que he puesto jamás
sin tilde sólo para burlarme de ese jamás. “Hay que
respetarse a los demás para que te respeten a uno” me dijo John, el Rasta
greñudo del grupo que yo siempre lo confundo con un perro sarnoso.
Pues bien niños,
me despido,
no vayan a cualquier fiesta, sobre todo ahora que hay tanto de esos
chicos raros, que se visten de mujer y que por eso yo siempre digo, no es suficiente
que sólo tenga tetas, nunca confíes en alguien quien tenga una verga escondida,
¡CUIDADO, CUIDADO!. Eso sí, con respeto,
respeto, porque resulta que ahora no se les puede decir maricones, a esos
maricones de mierda.
Pues
bien niños, ahora si me voy,
me despido, no me ensancho
más porque si no sería condón y no un Enoc, porque además ya saben que así como
escribo, hablo una semana entera sin respirar.
…ya nos vemos putitos,
…hasta la vista
puriputangas.
Hace tanto calor
que estoy parado frente al
ventilador
con la boca abierta para
refrescarme por dentro.
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